En Unilever Food Solutions sabemos lo importante que es para tu restaurante rendir todo lo posible los ingredientes y sacarles el máximo provecho para evitar desechos innecesarios. Por esta razón, conversamos con Lele Cristóbal, dueño de Café San Juan, para conocer 4 recetas diferentes que se pueden hacer con todas las partes de la remolacha.
Temporada de remolachas: 4 ideas para cocinarlas sin desperdiciar nada
1. Bulbo de remolacha a la sal
Cortá los bulbos de remolacha y colocalos en una bandeja para horno. Sazonalos con sal y pimienta, ajo, finas hierbas y añadí unos trozos de piel de lima para aportar un gusto cítrico que eleve el sabor de las remolachas.
Llevá la bandeja al horno hasta que las remolachas estén suaves. Luego pelalas y vertelas en un procesador con un poco de Hellmann´s Suave para crear una deliciosa mayonesa de remolacha untuosa y rendidora.
2. Milanesas de remolachas
Otra receta con remolachas es usar los bulbos cocidos y cortarlos en láminas gruesas para luego pasarlos por el Rebozador Total Knorr Professional y obtener unas delicadas y crujientes milanesas de remolacha. Recordá que con el Rebozador Knorr no necesitás huevo ni sal y el rebozado queda completamente parejo. Por último, freí las milanesas hasta que estén doradas y serví con una ensalada de hojas verdes.
3. Tortilla de hojas de remolacha
Cortá en juliana las hojas de remolacha más tiernas, llevalas a la sartén con sal, ajo y cebolla. Doralas unos minutos. Batí tres huevos con una cucharadita de comino y añadí el ingrediente secreto: dos cucharadas de Savora para potenciar los sabores. Mezclá las hojas de remolachas doradas con la mezcla del huevo y cociná la tortilla con paciencia. ¿El resultado? Una comida saludable con remolachas que, seguramente, no habías pensado.
¿Qué hacer con los tallos de remolacha?
4. Pickles de tallos de remolacha
Los tallos de remolacha, frecuentemente desechados, pueden transformarse en un manjar ácido y vibrante para deleitar a tus comensales.
Escogé tallos frescos y crujientes, evitá los que estén marchitos y cortá en trozos uniformes de 5 centímetros.
En una olla mediana, combiná una taza de vinagre de manzana, una taza de agua, 100 gramos de azúcar y una cucharada de sal. Llevá la mezcla a ebullición a fuego medio, removiendo ocasionalmente hasta que el azúcar y la sal se disuelvan. Una vez que la salmuera esté caliente, incorporá un toque de granos de mostaza, una cucharadita de semillas de eneldo, tres dientes de ajo, una hoja de laurel y media cucharadita de granos de pimienta negra. Cociná por 1-2 minutos para liberar los aceites esenciales de las especias.
Colocá los tallos de remolacha en frascos esterilizados y añadí la salmuera caliente sobre los tallos hasta cubrirlos por completo. Cerrá los frascos herméticamente y dejalos enfriar a temperatura ambiente antes de refrigerarlos. Para obtener un sabor óptimo, dejá reposar los pickles al menos 48 horas antes de consumirlos.
Serví estos pickles como guarnición en una tabla de quesos y fiambres con hummus de remolacha o para acompañar platos con pescados. Las notas agrias y herbales de esta receta con remolacha aportan frescura y un giro de sofisticación a cualquier preparación.
¿Cómo se cocinan las remolachas?
La remolacha se puede preparar de diversas y creativas formas, pero sin dudas una de las mejores técnicas es asarlas porque intensifican su sabor, preservan sus nutrientes y mantienen una textura firme pero jugosa.
Un consejo que hace la diferencia antes de asar las remolachas, es agregar hierbas frescas como tomillo, romero y una pizca de sal marina gruesa. Esto añade un toque aromático único.
También podés marinar las remolachas asadas en vinagre balsámico y miel durante 10 minutos antes de servirlas para resaltar su dulzura y convertirlas en un acompañamiento elegante.
Pero también hay otras alternativas para preparar remolachas cocidas que podés probar:
- Remolachas hervidas: Colocá las remolachas enteras en agua con sal. Cociná a fuego medio durante 30-40 minutos, dependiendo del tamaño. Aunque pierden algo de sabor en el agua, es ideal para preparar purés o sopas.
- Remolachas al vapor: Cociná las remolachas en una vaporera durante 30 minutos. Este método conserva mejor su color y nutrientes.
- Remolachas en crudo: Rallá las remolachas crudas para ensaladas. Aderezá con limón y aceite de oliva para equilibrar su sabor terroso. Una idea vanguardista es cortar las remolachas crudas en láminas finas y emplatarlas como un carpaccio, añadiendo queso de cabra, nueces y un toque de aceite de trufa.
Las remolachas y sus beneficios son múltiples: desde mejorar la circulación, promover la buena digestión hasta un desintoxicante natural y bajo en calorías. ¡Haz que la remolacha rinda y sea la próxima protagonista de tu menú!