Tener versatilidad en la cocina –que permita que elabores un menú variado, agradable y que sirva a un público diverso– es fundamental para cualquier negocio del sector gastronómico. Para lograr este objetivo, un buen camino es apostar por recetas prácticas e ingredientes versátiles, ¡tus mejores amigos en esta misión!
A lo largo de este artículo, hablaremos sobre las razones por las que es fundamental tener más versatilidad en la cocina, con consejos sobre cómo llevar esta característica al funcionamiento del restaurante y los beneficios de adoptar esta práctica.
¿Por qué tener versatilidad en la cocina?
En primer lugar, tener versatilidad en la cocina es tener la capacidad de utilizar ingredientes y técnicas culinarias de forma creativa y flexible, de modo que el equipo de cocina pueda preparar varios platos con una misma base. Como consecuencia, los procesos se vuelven más ágiles y estandarizados, lo que se traduce en ahorro de tiempo, personal y recursos.
En las empresas más pequeñas, este tipo de pluralidad trae aún más beneficios porque abre una gama de nuevas oportunidades para reinventar platos tradicionales, crear recetas y evaluar las preferencias del público.
Estrategias como esta generan grandes diferencias con poca inversión.
Ingredientes versátiles
Al disponer de ingredientes versátiles y productos multifuncionales, es posible reducir costos y optimizar el tiempo en la cocina, sin perder calidad y creatividad en la preparación de los platos. Veamos algunos ejemplos que muestran cómo tener versatilidad en la cocina de tu establecimiento.
Una salsa de tomate puede desde acompañar una clásica pasta, servir para pincelar las formar parte del relleno de un Brioche de pollo con salsa arrabiata o lucirse en berenjenas a la napolitana.
En un menú de temporada, los vegetales pueden ser protagonistas de ensaladas, caldos, salteados o sándwiches y a su vez ser útiles para jugos. Las frutas, por su parte, serán ingredientes versátiles para ensaladas, vinagretas, postres, tartas, jugos y smoothies.
Al adoptar esta práctica, conseguirás mejores negociaciones con los proveedores y evitarás que el cliente se canse de las opciones de tu menú.
Productos multifuncionales
Por supuesto, no podemos olvidarnos de los productos multifuncionales, que son parte clave de esta lógica y básicamente lo que diferencia el stock de una cocina profesional del de una doméstica. Las mayonesas y las bases gastronómicas son útiles para servir salsas, ensaladas, platos fríos y calientes. Hellmann’s y Knorr Professional son ejemplos perfectos de la versatilidad de un ingrediente en la gastronomía.
Hellmann’s Mayonesa Real ofrece una solución completa útil en sándwiches, ensaladas, gratinados, salsas e incluso postres. Todo con un solo producto y sin ocupar mucho espacio de almacenamiento.
La línea Knorr Professional es una forma rápida y creativa de aprovechar todo el potencial de sus suministros y ayudarlo en la misión de promover la versatilidad en la cocina. El Puré de Papa Knorr Professional, por ejemplo, es muy versátil y lo puedes usar para ampliar o tener más opciones en tu menú.
Recetas prácticas
En la rutina de una cocina profesional, el gran volumen de pedidos es algo habitual. Por ello, es necesario preparar platos de forma rápida y eficaz, incluso en grandes cantidades. Entonces, la combinación de recetas prácticas y versatilidad en la cocina es una forma de cumplir con esta misión y ofrecer calidad a los clientes.
Tenemos recetas perfectas creadas por el equipo de chefs de Unilever Food Solutions, que muestran cómo aprovechar todo lo que los alimentos tienen para ofrecer y, por lo tanto, reducir costos y evitar desperdicios.
Versatilidad en la práctica
Dejar volar tu creatividad también es una forma de usar la versatilidad en la cocina. ¿Tu negocio debe apostar por un menú creativo? Inspírate con estos artículos.
Para poner en práctica la versatilidad en la cocina, el chef Daryl Ruiz preparó para el informe Menús del Futuro –disponible para descarga gratuita– una receta que utiliza zanahoria en múltiples formas, ayudando a simplificar tu inventario y reducir desperdicios. Para este plato utilizó seis técnicas de cocina: reducción, deshidratado, pulverizado, horneado, vinagretas y tejas para un mismo ingrediente: ¡zanahorias!
Mosaico de ¡solo zanahorias!
Ingredientes y preparación (10 porciones)
Reducción de jugo de zanahoria
1.5 L de jugo de zanahoria
- Reduce el jugo de zanahoria en una olla. De 1.5 L a .250 L a fuego medio, cuela y reserva.
- Reserva el bagazo de la zanahoria para deshidratarlo.
Crema de zanahoria
1 kg de zanahorias sin pelar con tallos y hojas
30 ml de aceite vegetal
15 g de Knorr Professional Caldo de Pollo
80 ml de reducción de jugo de zanahoria
- Retira los tallos de las zanahorias y reserva.
- Sazona las zanahorias sin pelar con el aceite y el Knorr Professional Caldo de Pollo
- Envuelve en papel aluminio y hornea durante 70 minutos a 180ºC.
- Retira del aluminio y deja enfriar un par de minutos.
- Retira las puntas, pela las zanahorias y reserva la piel de la zanahoria.
Polvo de piel de zanahorias horneadas
Piel de zanahorias horneadas sobrantes, obtenidas de las zanahorias horneadas
Bagazo de las zanahorias del jugo
- Coloca en un tapete de silicón el sobrante de piel de las zanahorias rostizadas.
- Deshidrata la piel de zanahoria en una charola en el horno a 60ºC. Una vez fríos, coloca en el procesador hasta obtener un polvo fino, cuela si es necesario y reserva.
- NOTA: Obtendrás más piel de zanahoria del mosaico de zanahoria.
Crocantes de zanahoria
70 ml de aceite vegetal
100 ml de reducción de jugo de zanahoria
20 g de polvo de piel de zanahorias horneadas
Harina de todo uso (cantidad necesaria)
- Mezcla los ingredientes con robot de mano hasta emulsionar.
- Calienta un sartén antiadherente y coloca un poco de la masa hasta que deje de soltar burbujas y esté crujiente, retira del fuego y quita el exceso de grasa en papel absorbente. Deja enfriar.
- Mantenlos secos y tapados. En caso de faltar fuerza a los crocantes de zanahoria, agrega un poco de harina.
Vinagreta de zanahoria y aceite de hojas de zanahoria
40 g de hojas de zanahoria
100 ml de aceite vegetal
100 ml de reducción de jugo de zanahoria
- Licúa el aceite con las hojas de zanahoria, mantén por espacio de tres a cinco minutos en la licuadora para que el aceite se caliente por fricción.
- Posteriormente, cuela con un paño fino en papel absorbente y reserva hasta enfriar.
- Una vez frío el aceite, mezcla sutilmente con la reducción del jugo de zanahoria restante.
Mosaico de zanahoria
Tallos de zanahoria
1 kg de zanahorias sin pelar con tallos y hojas
30 ml de aceite vegetal
15 gr de Knorr Professional Caldo de Pollo
- Deshidrata los tallos de zanahoria en una charola dentro del horno a 60ºC. Una vez fríos, coloca en el procesador hasta obtener un polvo fino; cuela si es necesario y reserva.
- Sazona las zanahorias sin pelar con el aceite y el Knorr Professional Caldo de Pollo, envuelve en papel aluminio y hornea durante 50 minutos a 170ºC. Una vez frías, retira los bordes y pela las zanahorias.
- En una charola, espolvorea por completo las zanahorias para el mosaico. Cubre una charola con papel film y coloca las zanahorias en forma de flor (una al centro y siete alrededor), en rolla con el papel film lo más apretado posible, haz un nudo por un costado, enrolla más y haz otro nudo por el lado contrario.
- Enfrío por 2 horas y rebana en rodajas gruesas con un cuchillo muy afilado.
Emplatado
Mosaico de zanahoria
Crema de zanahoria
Láminas sesgadas de zanahorias finas
Hojas de zanahoria
Crocante de zanahoria
Vinagreta de zanahoria
- Coloca el mosaico de zanahoria frío en medio de un plato.
- Coloca un par de puntos de la crema de zanahoria alrededor del mosaico y decóralo con rodajas finas de zanahoria, hoja de zanahoria y crocante de zanahoria.
- Y luego remata con la vinagreta de zanahoria.
¡Animate a preparar recetas simples y exquisitas, utilizando productos versátiles!